Según los documentos presentados hasta ahora por la administración universitaria, sobre el comportamiento presupuestal de la institución, no hemos encontrado más que contradicciones en las cifras presentadas, que dejan claro que esta administración pretende justificar en un supuesto déficit de 3.500 millones, una reestructuración de sus gastos por nómina. Revisando las cifras con detalle, este déficit, si existe, no superaría bajo ninguna condición los 1000 millones de pesos, lo que nos lleva a pensar que la Universidad podría mantener el mismo número de profesores ocasionales de los contratados para el I de 2008, y buscar suplir este posible déficit reduciendo gastos administrativos. Sustentamos esta afirmación al observar el documento del vicerrector administrativo publicado en la página web de la universidad, donde se afirma la existencia de un déficit de más de 2600 millones, sobre la base de un recaudo insuficiente por concepto de matrícula financiera. La mala intención de la administración está en no contar con lo que falta por recaudar de matrícula del I de 2008, que en los casos de financiación, demora el recaudo, pero principalmente en el hecho de que faltan las matrículas del II de 2008, que completarían el recaudo esperado. Con esto, es falso que haya un déficit de 2600 millones por matrícula. Por otra parte, en la página 36 del mismo documento, se presenta un informe del gasto por nómina docente y administrativa desde el 2001, que refleja una disminución progresiva del gasto en profesores ocasionales desde el 2006, sustentado en la austeridad económica, que contrasta con un aumento significativo en el gasto de nómina administrativa del 2007 al 2008, más precisamente, el doble de lo que se aumentó de 2006 al 2007. Con esto queda claro que la austeridad aplica para los docentes, y no para los gastos administrativos que requiere esta administración para funcionar. Por otra parte, el comportamiento del recaudo por recursos propios, hasta ahora se han ubicado por encima de lo proyectado por la administración, y aún más por encima de los compromisos que contrae la Universidad en materia presupuestal. El problema de la Universidad radica en que los gastos de funcionamiento superaron los ingresos que son enviados por el gobierno nacional, y que es probable que los recursos propios en un futuro no alcancen para terminar de suplir todos los gastos, sin embargo este problema no es de las magnitudes que plantea la administración para este año, y que obligue a adoptar un sacrificio académico como el que se pretende con el periodo especial. Todos sabemos que uno de los pilares fundamentales del gobierno de Uribe es el congelamiento (y reducción hasta donde se lo permita la constitución y la ley) de los presupuestos para las Universidades, y que además estas deben buscar reducir los gastos, para que se armonice con la dinámica de desfinanciación, cuestión que la administración parece aceptar con beneplácito, como sucedió con la aplicación de los módulos en el 2007, la aplicación del acuerdo 016, la propuesta de periodo especial para el II de 2008, sin contar con el incumplimiento de acuerdos pactados con estudiantes y demás estamentos en el pasado.
Como hemos visto, la propuesta académica de la administración está limitada por su insistencia de no contratar a los profesores ocasionales y catedráticos, razón por la cual cualquier propuesta que se construya trae implícito un profundo golpe y un sacrificio desde el punto de vista académico y laboral, producto del vacío de los ocasionales. Desde la ACEU hemos visto como en la mayoría de las facultades los departamentos no pueden asegurar la apertura de cursos en los programas, donde los más afectados son los primeros semestres, en algunas, o los últimos en otras. En algunos casos, por las limitaciones de los departamentos para brindar servicios a otras facultades, la situación se hace extremadamente dramática.
En este sentido llamamos a los miembros de los Consejos de Facultad, a los Decanos y a las autoridades académicas de la Universidad a que no permitan que el Consejo Académico tome una decisión de esta naturaleza, desde los consejos de facultad se le debe exigir a los decanos que lleven al Consejo Académico una posición favorable a la contratación de los profesores ocasionales que se necesitan para tener un semestre en normalidad.
Finalmente, los estudiantes debemos continuar con el compromiso de seguir generando escenarios de discusión que faciliten unificar las voces de todos los estamentos universitarios por la defensa de condiciones de normalidad para el II periodo de 2008 y que permitan hacerle frente al proyecto privatizador y hegemónico de universidad del gobierno nacional que concentra sus aberraciones de poder en la consecución de la rectoría de la universidad del cauca, amenazando y pisoteando así los principios plurales , democráticos críticos, creadores y transformadores de la universidad.
JONATHAN CENTENO --- LUISA VEGA
Representante de los estudiantes representante de los estudiantes
ante el Consejo Superior ante el consejo académico
ASOCIACION COLOMBIANA DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
ACEU
"POR UNA UNIVERSIDAD PARA LA DEMOCRACIA!!!"
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